Educar. Arte, ciencia y paciencia.

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martes, 24 de diciembre de 2013

¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!



    Para todos los matrimonios del mundo. Con el deseo de que nuestros hogares sean luminosos y alegres; y con la esperanza de que EL NIÑO DIOS, nos ayude a conseguirlo.
    Un fuerte abrazo.


viernes, 13 de diciembre de 2013

FALTA DE VENCIMIENTO PERSONAL



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A MAYORÍA DE LOS PROBLEMAS VIENEN POR FALTA DE VENCIMIENTO PERSONAL.

SI DESPUÉS DE CADA DISCUSIÓN ANALIZÁRAMOS LA CAUSA QUE LA MOTIVÓ, EN UN 99 POR CIENTO DE LOS CASOS ESTÁ LA COMODIDAD PERSONAL: EL QUERER IMPONER NUESTRO PUNTO DE VISTA, NUESTROS CAPRICHOS. EN DEFINITIVA, EL EGOÍSMO QUE NO ES COMPATIBLE CON LA VIDA MATRIMONIAL.

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LOS PROBLEMAS COMIENZAN por pequeños detalles de caprichos y comodidad que la soberbia y el egoísmo convierten en un incendio que durará mientras este alimentado por la "leña" que arrimemos a la discusión.

La pereza es fuente de muchos problemas, y cuando uno no tiene ganas de hacer algo, siempre tiene que buscar una excusa. En muchas ocasiones la argumentación es tan mala que la situación salta por los aires. La solución: estar siempre disponible.

En esta faceta de la comodidad, el hombre suele dejar en manos de la mujer muchos quehaceres que deberían compartir. Esta frase que le gusta repetir a un buen amigo la refleja: —Yo, las cosas importantes: el precio del petróleo, el conflicto de Oriente Medio, la liga de campeones... De todo lo demás, se encarga mi mujer".

Otras veces es la mujer la que no se deja ayudar en tareas en las que se considera imprescindible o que los demás no hacen como a ella le gustaría. Así se agotan y fácilmente caen en el mal humor.

En otras ocasiones el estado anímico origina la sensación de que el mundo está contra nosotros. Me acuerdo de la historia de un señor que se presentó en la consulta médica. El doctor le pregunta:
—¿Qué le pasa.
El paciente poniéndose de pie comenzó a señalar con el dedo distintas partes del cuerpo:
—Mire, doctor, debo estar muy grave porque me duele en todas las partes que le he señalado con el dedo.
El médico se quedó extrañado al ver la extensión de la zona dolorida. Después de pensar unos segundos, le dijo al paciente que extendiese la mano que había utilizado para indicarle las zonas afectadas por el dolor. Al tocarla, el paciente dio un fuerte grito, y el médico con tono jocoso le dijo:
—Mire, a usted lo que le pasa es que tiene el dedo índice fracturado.

Esto nos puede ocurrir, y tendríamos que pensar que quizás el problema sea yo y no los demás.
 
            Sería conveniente, que después de cada discusión, analizásemos cuál fue el punto de ignición y cómo se podría haber evitado. Este análisis nos demostrará —en la mayoría de las ocasiones— que hubiera sido tan fácil evitarla…


viernes, 29 de noviembre de 2013

OJO CON LA BOLA DE CRISTAL




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JO CON LA BOLA DE CRISTAL: NO IMAGINEMOS LO QUE EL OTRO NO HA DICHO. EN CASO DE DUDA, PREGUNTEMOS. LA IMAGINACIÓN ES LA LOCA DE LA CASA.

EL LADRÓN CREE QUE TODO EL MUNDO ES DE SU CONDICIÓN.

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ES EVIDENTE QUE LA CONVIVENCIA conlleva que los esposos se conozcan, y una mirada o un gesto sirvan para transmitir un sentimiento. No obstante, como decía Santa Teresa de Jesús, la imaginación es la loca de la casa y uno se puede montar una película que acabe dañando las relaciones matrimoniales.

Lo mejor es hablar y despejar las sospechas que uno pueda tener sobre las actuaciones o los comentarios del otro. No quedarse nada dentro, hay que darle salida a nuestras inquietudes, pues al igual que el agua, la que no corre se estanca, se corrompe, y produce malos olores.

No hay nada peor que la desconfianza. 

miércoles, 13 de noviembre de 2013

EL CABEZA DE FAMILIA



Siempre se ha dicho que el hombre es el cabeza de familia; sin embargo,  en mi casa es mi mujer "la que lo lleva todo en la cabeza":
-Hoy hace cinco años que Álvaro se partió el brazo.
-Si vas a bajar, no se te olvide tirar la botellas de plástico   que hay detrás de la puerta
Pero lo que más miedo me da es cuando me llama con voz inquisidora:
-Alberto  –y ya sé que he hecho algo mal-: ¿Tú has tocado   en el tercer cajón de la mesa de la cocina?
La respuesta tiene que ser:
- ¿Por qué?
(Para que me de tiempo a buscar una justificación al desaguisado).
- Es que no está el tubo de pegamento.
-No te preocupes, lo estoy utilizando.
   (Dónde "porras" habré puesto el tubo de pegamento). 


jueves, 31 de octubre de 2013

DIÁLOGO



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IÁLOGO, ES DECIR, TENER METAS EN COMÚN, PLANES PARA EL FUTURO QUE MEJOREN EL PRESENTE.

LA JUVENTUD DEL MATRIMONIO
ESTÁ EN LOS PLANES

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LA COMUNICACIÓN EN EL MATRIMONIO es fundamental. Se puede ir perdiendo con el tiempo hasta llegar a un distanciamiento que disminuye la calidad de nuestras relaciones.

            Para que haya dialogo tiene que haber comunicación, es decir, un emisor, un mensaje y un receptor; si falla uno de estos tres elementos, la comunicación se hace muy difícil.

            El emisor habla con la intención de enviar un mensaje al receptor, que debe ser lo más sincero y llano posible, para que se entienda claramente, cosa difícil dada la complejidad de la mente y la psicología humanas. No obstante si el mensaje es atrayente, la atención y el interés están asegurados, dando lugar al diálogo.

            He ahí la importancia de tener planes y metas en común para que sea necesario conversar abiertamente y afrontar con éxito los mismos objetivos. En definitiva, tirar del carro en una misma dirección.

domingo, 20 de octubre de 2013

EL VERDADERO AMOR MÁS QUE EN PERDONAR ESTÁ EN COMPRENDER


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A CONVIVENCIA MATRIMONIAL DEBE BASARSE EN COMPRENDER, DISCULPAR Y PERDONAR.

EL VERDADERO AMOR
MÁS QUE EN PERDONAR
ESTÁ EN  COMPRENDER.

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ANTE UNA SALIDA DE TONO DEL OTRO, lo primero que uno tendría que preguntarse es: ¿Qué le pasará para que me haya respondido de esta forma?

            Esta reacción sería la ideal. La convivencia nos debe llevar a conocernos y saber descubrir el motivo de fondo que da lugar a una respuesta desagradable y destemplada.

            Y tratar de disculpar, que estas situaciones son pasajeras y se solucionan sencillamente con un silencio lleno de comprensión y cariño.
            Pero si la situación persiste, habrá que preguntar el porqué, analizar las causas que dan lugar al conflicto y tratar de buscarle una solución. A veces no entenderemos el porqué; en estos casos nuestra comprensión será "disculpar y perdonar sin entender", señal evidente de que nuestro amor es verdadero.

miércoles, 9 de octubre de 2013

ANTE CUALQUIER CONFLICTO, LA CULPA SIEMPRE ES DE LOS DOS.



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NTE CUALQUIER CONFLICTO, LA CULPA SIEMPRE ES DE LOS DOS: EL QUE CREA QUE LLEVA RAZÓN, QUE SE CALLE. Y EL QUE CREE QUE NO LA LLEVA,  POR ESO MISMO, QUE SE CALLE TAMBIÉN.

UNO, POR EQUIVOCARSE, Y EL OTRO,
POR NO DAR SU BRAZO A TORCER.

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—OYE, ¿por qué estás tan gordo?
            —Por no discutir.
            —Venga, no será por eso…
            —Bueno. Si tú lo dices, no será por eso.

            Hay un refrán muy conocido que dice: «Para que dos no discutan, basta que uno no quiera».

            En una discusión siempre hay dos opiniones que entran en conflicto. Cuando el tema es opinable, la discusión sería de besugos, ya que los dos pueden tener sus propias razones y ninguno ha de sentirse equivocado.

            En otras ocasiones la razón está objetivamente de una parte, es decir uno lleva la razón y el otro no. Lo ideal entonces es que la conversación y el razonamiento lleven al otro a aceptar lo evidente. No obstante puede ocurrir que la otra parte no acabe de entender o de ver la solución. En ese caso, de nada serviría perder los nervios ante la sinrazón del otro, y por lo tanto, lo mejor sería posponer la cuestión para otro momento.

            No es un tema fácil. Incluso el que cree que lleva la razón lo tiene más difícil. Y si esto ocurre  en las dos direcciones, el conflicto está servido.
 
            Todo conflicto tiene un proceso. Hay una primera etapa de incubación en la que el estado de ánimo está predispuesto —por cansancio o por otras causas— a no pasar ni una; se busca cualquier nimiedad para organizarla:

            —¡Me estas buscando y  me vas a encontrar!
            La segunda etapa es la del desahogo: las partes en conflicto pierden los papeles y tratan de llevar el agua a su molino. Y la tercera, la de agotamiento": una de las partes cede sin conceder y la calma tensa —al igual que después de la tormenta— vuelve al seno familiar.

            En condiciones normales el tiempo y el perdón dan lugar a la reconciliación; no obstante cuando es el carácter de uno el que da lugar a continuos enfrentamientos, al otro se le pueden pasar por la cabeza muchas cosas: «Estoy cansado de ceder». «Es que no le dirijo la palabra mientras no me pida perdón». «No le dejaré pasar ni una más». «Me pondré a su altura y le haré lo mismo yo a él», y un largo etcétera.     

            No te lo aconsejo plantear una contienda en plan guerra fría o guerra de trincheras. La experiencia es de todos conocida: en toda guerra hay vencedores y vencidos. Y si uno tiene además una visión cristiana de la vida, todas las circunstancias adversas pueden ser encauzadas con mayor plenitud humana.

jueves, 26 de septiembre de 2013

EL EGOÍSMO

El egoísmo es como un gas que hace irrespirable cualquier am­biente.

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         Wenceslao Fernández Flores, en su libro El bosque animado, relata una hermosa historia que me impactó. Se titula "La fraga de Cecebre". Refleja de una forma clara y sencilla lo que quiero exponer en esta reflexión, y por este motivo la copio casi completa.

Una fraga –explica el autor– en la lengua gallega, significa bosque inculto, entregado a sí mismo, en el que se mezclan varias especies de árboles (...). Un día llegaron unos hombres a la fraga de Cecebre, abrieron un agujero, clavaron un poste y lo aseguraron apisonando guijarros y tierra a su alrededor. Subieron luego por él, prendiéndole varios hilos metálicos y se marcharon para continuar con el tendido de la línea.
Las plantas que había en torno del reciente huésped de la fraga permanecieron varios días cohibidos con su presencia, porque ya se ha dicho que su timidez es muy grande. Al fin, la que estaba más cerca de él, que era el pino alto, alto, recio y recto, dijo:
–Han plantado un nuevo árbol en la fraga.
Y la noticia se propagó por las hojas del eucalipto que rozaba al pino, y por las del castaño que rozaban al eucalipto (...). Los troncos más elevados miraban por encima de las copas de los demás, y cuando el viento separaba la fronda, los más apartados se asomaban para mirar.
–¿Cómo es? ¿Cómo es?
–Pues es –dijo el pino– de una especie muy rara. Tiene el tronco negro hasta más de una vara sobre la tierra, y después parece de un blanco grisáceo. Resulta muy elegante.
–Sus frutos –continuó el pino fijándose en sus aisladores– son blancos como la piedra de cuarzo y más lisos y brillantes que las hojas del acebo (...).    
Un día el pino le preguntó al poste:
–¿No quiere usted cantar con nosotros?
El poste no contestó.
–Seguramente –insistió el pino, inclinando su copa en cortesía– su voz es delicada y armoniosa, y a todos nos agradará que se una a las nuestras.
El poste silbó malhumorado:
–¿Y a qué viene eso? ¿Qué cantan ustedes?
–Imitamos a un tren remoto.
–¿Y para qué? ¿Son ustedes el tren?      
–No –reconoció el pino avergonzado.
–Entonces, ¿qué pretenden con esa mixtificación? Ya que ustedes me interpelan, les diré que no encuentro seria su conducta.
–¿Acaso la canción del mar?
–Ninguna de ellas. Este es un bosque sin formalidad.
¿Quién podría creer que árboles tan talludos pasasen el día cantando como ranas? Yo no canto nunca, susurro apenas. Si ustedes acercasen a mí sus oídos, escucharían el murmullo de una conversación, porque a través de mí pasan las conversaciones de los hombres. Eso sí que es maravilloso. Sepan que vivo consagrado a la ciencia y que yo mismo soy ciencia, y que todo lo que ustedes hacen a mí alrededor lo reputo como bagatela y sensiblería…
Aquel año los vendavales de invierno fueron prolongados y duros. Durante varios días seguidos los árboles no conocieron el reposo… A la tercera noche, un cedro no pudo más y se desplomó, roto. Las ramas de algunos compañeros próximos intentaron sostenerlo, pero estaban cansadas también y se quebraron y dejaron resbalar hasta el suelo al bello gigante, con un golpe que resonó más allá de la fraga… Únicamente el poste pareció alegrarse.
–Al fin se decidió a cumplir su destino –declaró. Ahora podrán hacerse de él hermosas puertas, que es para lo que ha nacido; no para esconder gorriones ni para tararear tonterías.
Pasado cierto tiempo, volvieron al lugar unos hombres muy semejantes a los que habían traído el poste; lo examinaron, lo golpearon con sus herramientas, comprobaron la fofez de la madera carcomida por larvas de insectos y lo derribaron. Tan minado estaba que al caer se rompió.
El bosque hallábase conmovido por aquel tremendo acontecimiento. La curiosidad era tan intensa que la savia corría con mayor prisa. Quizás ahora pudieran conocer, por los dibujos del leño, la especie a la que pertenecía aquel ser respetable, austero y caviloso.
–¡Mira e infórmanos! –rogaron los árboles al pino.
Y el pino miró.
–¿Qué tenía dentro?
Y el pino dijo:
–Polilla.
–¿Qué más?
Y el pino miró de nuevo:
–Polvo.
–¿Que más?
Y el pino anunció, dejando de mirar:
–Muerte. Ya estaba muerto. Siempre estuvo muerto.
Aquel día, el bosque decepcionado calló. Al día siguiente entonó la alegre canción en la que imita a la presa del molino. Los pájaros volvieron. Ningún árbol tornó a pensar en convertirse en silla o en trincheros. La fraga recuperó de golpe su alma ingenua, en la que toda la ciencia consiste en saber que cuanto se puede ver, hacer o pensar sobre la tierra, lo más prodigioso, lo más profundo, lo más grave es esto: vivir.

         El egoísta es salvando las distancias– como una mina antipersona: siente continuamente que todo el mundo le rodea; entrar en su ámbito personal supone un riesgo, y si uno tiene que tratar con él, hay que hacerlo con mucho sigilo y sutileza, pues siempre se puede dar por aludido y en cualquier momento estallará su amor propio.

Dos amigos hablaban de un conocido que te­nía un problema serio de salud. Uno de ellos terminó la conversación diciendo:
–La verdad es que no somos nadie.
 A lo que el otro respondió como un resorte:
–No lo serás tú, porque yo soy médico.

Otra característica del egoísta es su falta de interés por los demás; toda su preocupación gira en torno a su persona y sus asuntos. La soberbia y la soledad son irremediablemente sus compañeras de viaje.

Los pobrecitos soberbios sufren por mil pequeñas tonterías, que agiganta su amor propio, y que a los otros pasan inadvertidas[1].



[1] San Josemaría Escrivá de Balaguer, Surco, 714.


sábado, 14 de septiembre de 2013

EL MATRIMONIO NO ES PARA LOS EGOÍSTAS



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    L MATRIMONIO NO ES PARA LOS EGOÍSTAS.
EL MATRIMONIO ES PARA LOS GENEROSOS.

           POR LO TANTO, SI NO QUIERES ARRUINAR TU    MATRIMONIO, TOMA CLASES  DE GENEROSIDAD.

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ARISTÓTELES DECÍA QUE de todas las variedades de virtud, la generosidad es la más estimada.

La generosidad es una virtud que hace atrayente a quien la practica, pues en su actuación no hay ninguna contrapartida, todo lo hace sin esperar nada a cambio.

Por el contrario, el egoísta demanda una respuesta a todas sus acciones.

 El generoso encuentra la felicidad en la acción de darse y el egoísta está destinado a sufrir, dado que se cree con derecho a recibir. Dice un proverbio que los años arrugan la piel, pero el corazón lo arruga el egoísmo.

Otras de las características del egoísta es la tristeza, que "es aliada del enemigo". Esto se recoge en los Proverbios: "La tristeza mueve a la ira y al enojo, y así experimentamos que, cuando estamos tristes, fácilmente nos enfadamos y airamos de cualquier cosa, y hace al hombre impaciente en las cosas que trata, lo hace sospechoso y malicioso, y algunas veces turba de tal modo la tristeza, que parece que quita el sentido y saca fuera de sí. Un alma entristecida está predispuesta al mal, como la polilla al vestido y la carcoma a la madera; así la tristeza daña al corazón del hombre".

La entrega o es generosa o no es entrega. De ahí la importancia de luchar por adquirir esta virtud.

Todas las virtudes se adquieren por repetición de actos hasta que se consigue un hábito. Estos actos se concretan en saber ceder gustosamente en los pequeños detalles de capricho, comodidad, etc., que hacen agradable la convivencia. En definitiva, estar dispuesto a hacer feliz a la otra persona.





lunes, 2 de septiembre de 2013

SUSPENSO




SUSPENSO

            Los que juegan con los niños cuando están a punto de dormirse y, una vez que los tienen bien despiertos, llama a su mujer para que los calme. POR PATOSOS.


sábado, 24 de agosto de 2013

AL FINAL LOS HIJOS SE VAN Y QUEDAMOS SÓLO LOS DOS



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L FINAL LOS HIJOS SE VAN Y QUEDAMOS SÓLO LOS DOS.

ESTA ES UNA REALIDAD QUE LLEGA.
NO TENGAS MALA MEMORIA:
ASÍ COMENZÓ NUESTRO MATRIMONIO.

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SE CUENTA QUE A LAS NIÑAS chinas, cuando eran pequeñas, les vendaban los pies para impedir que crecieran, ya que lo pies pequeños se consideraban signos de elegancia.

Muchas veces no sólo los pies sino al hijo entero: —"¡Qué bien si no crecieran!". Y ya que no podemos conseguirlo físicamente, actuamos con una mentalidad de propiedad que no nos corresponde, porque son personas libres con derecho a organizar sus vidas.

Para poder confeccionar un plato de filetes con huevos, intervienen el cerdo y la gallina, pero si analizamos detenidamente dicho plato, la actuación de ambos animales ha sido muy distinta. Me explico: la gallina ha colaborado, poniendo sus huevos, pero el cerdo se ha implicado perdiendo su vida para poder ofrecer sus filetes. 

Muchas veces, nos implicamos —en vez de colaborar— tanto en la educación de nuestros hijos, que no perderemos la vida como el cerdo, pero sí que podemos arruinar nuestro matrimonio.

Sería muy penoso que cuando se marchen, nos diéramos cuenta de que lo que nos queda es una persona a la que hemos abandonado por una equivocada preocupación por nuestros hijos.

viernes, 16 de agosto de 2013

PARA UN MARIDO LO PRIMERO, SU MUJER.



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 ARA UN MARIDO LO PRIMERO, SU MUJER; LO SEGUNDO SUS HIJOS.

NO LO DUDES. ¿QUÉ ES PRIMERO,
LA GALLINA O EL HUEVO?

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CREO QUE EL RAZONAMIENTO es similar al anterior: orden y justicia. Este criterio es fundamental a la hora de la educación de la prole.

El desorden en nuestros sentimientos da lugar a que nuestros hijos aprovechen las fisuras que existen entre los padres para colocarse del lado que más les interesa, con lo que la otra parte pierde su autoridad.

Algunas veces el origen de ese desorden se encuentra en que los esposos nos refugiamos en el amor de nuestros hijos porque nos falta el del cónyuge. Es enorme el mal que de esta manera se causa a los hijos.


sábado, 10 de agosto de 2013

PARA UNA MUJER LO PRIMERO, SU MARIDO.


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ARA UNA MUJER LO PRIMERO, SU MARIDO, LO SEGUNDO SUS HIJOS.

NO TE RÍAS. ¿QUÉ ES PRIMERO:
EL HUEVO O LA GALLINA?

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POR UN AMOR MAL ENTENDIDO, muchas madres anteponen el amor de sus hijos al de su marido, y así lo expresa el sentir popular: a ti te encontré en la calle y a este lo he parido ¡yo! Con la venida de los hijos existe el peligro de que la mujer se convierta exclusivamente en madre.

            Me viene a la memoria una historieta de un matrimonio que discutían acaloradamente. En un momento de arrebato ella le grita:

            —¿Pues sabes lo que te digo? Que el niño no es tuyo.

            Él, después de unos segundos de perplejidad le responde:

            —¿Pues sabes lo que te digo yo? Que tampoco es tuyo.

            La mujer colocando los brazos en jarra le responde:
            —A ese lo he parido ¡yo! 

            Y el marido, con una irónica sonrisa apostilla:

           —¿Te acuerdas cuando en la residencia sanitaria me dijiste  que le cambiara porque estaba mojado? Pues te lo cambié por otro que estaba seco.

            Bromas aparte, creo que es un deber de justicia y de orden. De justicia porque gracias al esposo están nuestros hijos en el mundo, y de orden porque hay que darle a cada uno su sitio.

Ni que decir tiene que el amor de esposa tiene unas connotaciones distintas al amor de madre, aunque si es verdadero amor, perseguirá el bien del hijo y del padre. Es más: no querría bien a sus hijos si no quisiera al padre.



lunes, 5 de agosto de 2013

SOBRESALIENTE



SOBRESALIENTE
Las que en vez darle al marido un "pez", le enseñan a "pescar".

POR INTELIGENTES


martes, 30 de julio de 2013

NO PAGUES CON TU MUJER TUS PROBLEMAS.



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O PAGUES CON TU MUJER TUS PROBLEMAS: ELLA TAMBIÉN TIENE LOS SUYOS.

Y COMO MADRE, LOS DE SUS HIJOS.

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CONOZCO A UNA PERSONA QUE, cuando las cosas en el trabajo no le han ido todo lo bien que hubiera deseado, desde el aparcamiento hasta su casa le va pidiendo a su ángel de la guarda que le ayude a controlar la tensión acumulada para no pagarla con su familia.

            Es evidente que en las relaciones externas —laborales y sociales—  uno tiene que cuidar las formas y en muchas ocasiones tragar carros y carretas.
           
            Pero como «cuando hay confianza da asco», al llegar a casa no pasamos ni una. Y basta un sencillo alfilerazo para que ese globo que se ha ido llenando explote y nos despachemos a gusto con el primero que se nos ponga por delante.

            Si a esto añadimos que el globo de la mujer está también a punto de caramelo por sus propias tensiones —por ejemplo, del trabajo fuera o dentro de casa—, la explosión esta asegurada.


miércoles, 24 de julio de 2013

POESÍA, SEGUIRIYA Y SOLEÁ



Tomado del libro de Enrique García-Máiquez: LO QUE HA LLOVIDO (Rayos y truenos 2006-2088). NÚMENOR. Cuaderno de Poesía 22.


Ya no sé cuando es verdad,
si cuando me quieres menos
o cuando me quieres más.

(Soleá de Blanco Garza) Pág. 63.  


Me dolía la cabeza;
me he puesto a pensar en ti,
para que la tonta aprenda
a no doler porque sí.

Pág. 88.


Desperté y te vi.
Por si estabas soñando conmigo
te dejé dormir.

(Seguiriya de don Francisco Molina) Pág.150.








sábado, 13 de julio de 2013

¿Y A CEMENTO, NO HUELO?


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AY QUE VER LA PESTE QUE TRAES A VINO.
—¿Y A CEMENTO, NO HUELO?

VER LA PARTE POSITIVA DE LAS
ACTUACIONES DEL OTRO.

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EL REFRANERO POPULAR DICE que el amor es ciego. Cuando se quiere a una persona, uno pasa por alto los defectos, que quedan ensombrecidos por las virtudes. ¿Quién no ha oído a esa abuela que ante un defecto visible de su nieto antepone una característica positiva:

            —Es muy travieso, pero… ¡¡tiene una simpatía!!

            Le comentaba un afamado concertista a su esposa horas antes de su actuación:

            —Cariño esta noche sólo tocaré para ti.
            A lo que le respondió su esposa:
            —¿Pero tan pocas personas vendrán al concierto?

            Es evidente que ser positivos ayuda a dar un enfoque optimista a nuestros problemas; por el contrario, la persona negativa ensombrece todo lo que toca. Dice Rabindranath Tagore: «Si lloras por haber perdido el sol, las lágrimas no te dejarán ver las estrellas».

            El buen humor es otro factor importante a la hora de quitar hierro a un desliz. Es muy sano saber disculparse y tener cintura para aceptar con una sonrisa las consecuencias que se derivan de una actuación inadecuada: —Perdona, cariño, pero me estoy haciendo mayor y no aguanto ni quinientas bromas seguidas.

            Una esposa, cansada de la mala memoria de su marido, cuenta:

            —Mi marido se olvidó de nuestro segundo y tercer aniversario. En esas dos ocasiones me puse a llorar y me amurré. Al cuarto año me dije a mí misma que no podía permitir que una fecha tan bonita se convirtiera en motivo de pelea. Decidí enfrentar el tema con humor: lo esperé sentada en el sofá vestida de novia, con nuestros dos hijos vestidos de pajes. Después de poner cara de terror porque se acordó que de nuevo se le había olvidado, nos reímos mucho juntos.

            Esta actuación desarma al contrario, y lo que podría haber sido motivo de  discusión se convierte en un momento de risa compartida.

viernes, 5 de julio de 2013

PEDIR PERDÓN



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EDIR PERDÓN, SABER PERDONAR Y SABER OLVIDAR.


CUESTA, PERO QUÉ TRANQUILO
SE QUEDA UNO.

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ES DE SENTIDO COMÚN RECTIFICAR el rumbo cuando sea necesario, si es que queremos llegar a puerto. Sin embargo el orgullo y la soberbia nos impiden en muchos casos reconocer nuestros errores. En nuestro interior sabemos perfectamente que hemos errado, pero ante la tesitura de tener que reconocer nuestro fallo y pedir perdón, buscamos argumentos para justificarnos. El caso es conseguir como sea demostrar que no soy yo el único culpable, y que no tengo por qué disculparme. Por lo tanto, como para pedir perdón hay que tener conciencia de la culpa, entramos en un laberinto del que es difícil salir.

            La causa de no ceder es que muchas veces no sabemos distinguir entre las formas y el fondo de cualquier discusión o conflicto. Las formas son el estilo con que tratamos de defender nuestro punto de vista; el fondo es aquello de lo que estamos hablando. Uno puede lleva razón en el fondo, pero la pierde por los malos modos con los que se expresa. En ese caso, uno debería ser lo suficientemente humilde como para pedir perdón:

            —Mira, aunque creo que en lo que te dije llevo razón, tengo que pedirte perdón por la forma tan desagradable que he tenido de decirte las cosas.

            La segunda parte es perdonar. Quizás la persona que se siente herida por la ofensa no reaccione con una sonrisa, pero hay que dejar que cicatrice la herida y tener paciencia.

            Una recomendación: No es bueno hacer leña del árbol caído, de modo que nada de recriminar al que nos pide perdón.